Este 2 de septiembre llega el horario de verano. Cuando marquen las 0:00 el sábado en la noche, los relojes deberán adelantarse una hora, pasando a ser la 1:00 AM del domingo 3 de septiembre. Y, como todos los años, el cambio de hora genera resistencia, tanto en parte de la población como en expertos, que aseguran que existen efectos negativos con esta alteración de la rutina.
Si bien muchas personas se alegran con la llegada de este horario, en el que el oscurece más tarde y da una sensación de un día más largo, especialistas sostienen que estos cambios pueden ocasionar diversos problemas. Se puede desencadenar un desajuste en el organismo, lo que afecta el estado de ánimo, el humor y los ciclos de sueño, algo que también impacta en el rendimiento laboral y escolar.
Eso es lo que sostiene el Dr. Luis Larrondo, director del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio), quien señala que “existen datos científicos, fruto de años de estudio, que dan cuenta del impacto negativo que generan los cambios de hora”. “Episodios de ansiedad, irritabilidad, pero también manifestaciones de baja productividad además de efectos medibles en la salud, son algunas consecuencias que podemos ver cuando el reloj biológico se desincroniza con el reloj social”, explicó.
¿Por qué cuesta adaptarse a este cambio de hora?
De acuerdo al Dr. Larrondo, todo se debe al ritmo circadiano, una especie de “reloj biológico”, que regula el dormir de noche y estar despierto durante el día. Sin embargo, estos ritmos regulan mucho más que eso. Son parte de todo lo que ocurre en nuestro cuerpo, por lo que al alterarse, se desencadenan distintas complicaciones. El experto además señala que este cambio es más complejo que cuando comienza el horario de invierno y eso tiene una explicación.
Según él, este cambio tiene un mayor impacto en el ritmo circadiano, “pues implica pedirle a nuestro cuerpo despertar a oscuras, previo a lo dictaminado por nuestro reloj biológico, ya que estaremos desalineados respecto a la hora de salida del sol”. Las consecuencias inmediatas pueden variar, desde “mayor riesgo de accidentes vasculares e incremento de accidentes de tránsito, hasta fatiga y menor rendimiento“.
Es por estas razones que el profesional es de la postura de que deberíamos ceñirnos a un sólo horario y debería ser el de invierno. Esto porque, según explicó a Meganoticias, es “lo que se llama ‘horario estándar’, vale decir, estamos en el horario que nos corresponde por nuestra ubicación geográfica“.
¿Cómo afrontar las dificultades del cambio?
A pesar de lo expuesto por expertos, el cambio de horario es una realidad en Chile. Por lo mismo, existe una serie de recomendaciones para mitigar los posibles impactos negativos. Desde el iBio, recomiendan exponerse a la mayor cantidad de luz natural en las primeras horas de la mañana, para acostumbrar al cuerpo a mantenerse despierto, así como también evitar el uso de pantallas en la noche, para no alterar la capacidad de conciliar el sueño.