¿Viviste alguna vez una experiencia con la que te sentiste en desventaja sólo por ser mujer?
Algo de eso es lo que quiere exponer un grupo de mujeres en los Países Bajos a través de una campaña.
Ellas decidieron demostrar la desigualdad de género al momento de encontrar un trabajo donde ellas pudieran ser las líderes. Para demostrarlo, cambiaron sus nombres en su currículum a un nombre masculino, Peter. Con eso partió la campaña “Las mujeres también pueden ser Peter”.
La idea consiste en que durante esta semana su apellido, su foto, y toda la información que está habilitada en el perfil de LinkedIn, una red social donde muestras tu experiencia laboral a todos los que quieran consultarla, sea con ese nombre masculino.
El estudio en el que se basa esta idea mostró que la presencia femenina laboral, es de 13%. En específico, el 14% de las mujeres participa en las 100 empresas más grandes de los países bajos, teniendo por el otro lado, un 28% en los mandos no tan importantes.
Escogieron el nombre Peter porque tras analizar a los directorios de 93 empresas, se dieron cuenta que 94 empresarios se llamaban Peter y sólo cuatro eran mujeres, es decir, un 4,3% del total, informó la portavoz de la campaña, Cécile Wansink.
El gobierno de los Países Bajos determinó una ley que obliga a las 5 mil empresas más importantes a establecer objetivos que beneficien la equidad de género en el aspecto laboral, tanto en la dirección de estos como la administración de ciertas funciones. Así pues, quiere establecer una cuota de igualdad entre hombres y mujeres en la supervisión de las empresas, para garantizar que existe un 30% de mujeres en el comité.