Estamos en horas claves para uno de los proyectos más debatidos en estos últimos años, el Matrimonio Igualitario.
Tras la aprobación en la Cámara de Diputados, este 30 de noviembre el Senado podría aprobar el proyecto.
Por eso es importante tener en cuenta los resultados de una encuesta hecha por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), que mide las percepciones de este proyecto entre parejas del mismo sexo y que fue realizada a unos 1.800 homosexuales del país.
¿Qué concluyó el análisis?
Los resultados lo dicen todo. Por ejemplo, el 82,8 por ciento de las parejas homosexuales aseguró tener intención de casarse y el 91,8% de quienes están comprometidos bajo Acuerdo de Unión Civil (AUC) afirmaron que anularían dicho vínculo para poder casarse.
¿Por qué es tan importante? Para empezar hay que tener en consideración que a diferencia del AUC, el Matrimonio Igualitario sí reconoce el derecho de filiación, determinando la relación parental entre su madre o padre, madre o madre o sus dos padres y en el caso de una pareja de mujeres, se regula la concepción de un hijo mediante reproducción asistida.
Eso sí, no es lo único que rescata el estudio. Porque según la encuesta, para el 90,5% de los participantes el proyecto es de “suma importancia” y el 81,3% consideraría su aprobación como un “hecho histórico”.
Los efectos de su aprobación
El informe contempla diferentes percepciones en torno al tema.
Por ejemplo, “para el 76,9 por ciento uno de los principales fines del matrimonio es dar estabilidad a los hijos en caso de tenerlos y el 75,3 por ciento señaló que tiene como objetivo ayudarse mutuamente como pareja”.
Desde el Movilh además señalaron que entre las conclusiones se muestra que el 86,5% de los encuestados cree que entre los principales efectos de aprobarse el Matrimonio Igualitario estaría “la mejoría en la calidad de vida de las parejas y de sus hijos”.
Y el 84,5% afirmó que la imposibilidad de casarse llevó a que sufrieran discriminación.
La iniciativa redefine el concepto de matrimonio, dejándolo como una unión donde ambos cónyuges independiente de su sexo, deben cumplir derechos y deberes para proveer las necesidades de la familia en común.
“Contrato solemne por el cual dos personas se unen actual e indisolublemente, y por toda la vida, con el fin de vivir juntos, de procrear, y de auxiliarse mutuamente”, explica el texto.
Con su aprobación, Chile se transformaría en el octavo país de Latinoamérica en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Una aprobación que le dará el respeto y la dignidad tan necesaria para toda la comunidad LGBTIQA+.