Desde este lunes veremos a Claudia di Girólamo por partida triple: en Romané, como protagonista de la recta final de El Circo de las Montini y en el reestreno del clásico Rompecorazón, todas por TVN.
Además, la semana pasada se confirmó que protagonizará la primera serie chilena para Netflix.
Aquí repasamos 10 de sus personajes más memorables en las teleseries chilenas.
- Isabella Quesney
Una villana sensual y sin escrúpulos. Así era Isabella Quesney en Jaque Mate, una fallida teleserie de 1993, donde ella destacó por ser la antagonista. Con pelo negro azabache, un pasado como actriz de cine erótico y una ambición sin límites marcaron a su personaje, aclamado por la crítica.
- Luna San Lucas
En 1981 debuta en teleseries como la protagonista juvenil de La Madrastra. Luna era rebelde, sin pelos en la lengua y quien más se oponía a aceptar a Marcia como su madre, sin saber que en realidad sí las unía ese lazo.
- Mariana Ríos
En 1992 arrasa como Mariana, una mujer que es contratada para enamorar a dos hermanos y darle un nieto a la maquiavélica Carmen Mackenna. Así, se divide para ser una mujer de gustos clásicos y refinados y gustarle a Max (Francisco Reyes), y en una mujer de mundo, liberal y coqueta para ser del agrado de Luis Felipe (Bastián Bodenhofer) en Trampas y Caretas.
- Catalina de los Ríos
En 2011 se puso en la piel de la Quintrala para La Doña. Una versión libre de la vida de la rica hacendada y que la puso como una mujer cruel y vengativa. Desde su caballo dirigía el destino de sus esclavos y se enfrentaba a los hombres poderosos que querían verla disminuida en su fuerza.
- Artemisa Mykonnos
En Los Títeres (1984), considerada como una de las mejores teleseries chilenas de todos los tiempos, fue una frágil joven que cae en una cruel broma juvenil. Se autoexilia para regresar años después a vengarse de quienes quisieron destruirle la vida. Pasa de una tierna adolescente a una mujer fría y calculadora.
- La hermana Angélica
“La monja en moto” que desató polémicas en el ficticio pueblo de San Andrés, en Estúpido Cupido (1995), y también en la vida real. Por primera vez la ficción mostraba a una religiosa enamorada y que pensaba en dejar los hábitos por el amor de un hombre. Dulce, inteligente y muy valiente.
- Olga II Montini
En 2002 se convirtió en “la poto loco”, una artista circense que regresa al negocio familiar para recuperar a su hija y se reencuentra con un antiguo amor. Directa, optimista y llena de alegría da nueva vida a El Circo de las Montini, donde las mujeres llevaban las riendas.
- Jovanka Antich
En Romané (2000) encarna a una gitana dulce y llena de vida, que se divide entre su deseo de venganza en contra del hombre que cree que la engañó en el pasado y el amor puro y honesto de un sacerdote. El amor de madre a prueba en cada capítulo y con ella derrochando talento en Mejillones.
- Inés Clark
Otra vez es una mujer que regresa a hacer justicia. Llega a Pampa Ilusión (2001) convertida en el doctor Florencio Aguirre para enfrentarse al machismo de su padre, quien la odia por el hecho de ser mujer. Se luce con dos roles que buscan justicia personal y social, abriéndole los ojos a las habitantes de la salitrera.
- Catalina Chamorro
La Fiera (1999) fue su regreso a los protagónicos absolutos y como Catalina Chamorro hizo historia. Una mujer que no se dejaba domar por nadie: se enfrentaba a su padre que la quería ver casada, vivía una relación de amor y odio con un afuerino, y se hacía escuchar como la líder de una empresa salmonera.