Si hablamos de compromiso con el periodismo, tenemos que mencionar a Anna Erelle. Ese fue el nombre que tomó una periodista francesa que se infiltró en el Estado Islámico, para descubrir cómo adolescentes europeas terminaban convertidas en esposas de combatientes en Siria.
Anna Erelle comenzó su trabajo como infiltrada en 2014, momento en que, con mucho profesionalismo, se hizo pasar por una joven de 18 años.
Fue así como ella conoció a un influyente hombre del Estado Islámico, quien le propuso matrimonio y la invitó a Siria.
Tras ese primer objetivo logrado, vino la segunda parte del plan, y es que gracias a la intervención que hizo el gobierno francés de todas las comunicaciones de Anna Erelle, se pudo desmantelar una red terrorista que se dedicaba a exportar mujeres de Francia y Bélgica.
La sorprendente investigación y testimonio de Anna Erelle quedaron plasmados en su libro “En la piel de una yihadista”, y a pesar de lo revelador de su trabajo, el riesgo también fue alto para ella. De hecho, después de sufrir innumerables amenazas, actualmente Anna vive protegida por el Ministerio del Interior francés.
La decisión de Anna Erelle de embarcarse en esta peligrosa tarea nació producto de la impotencia que sentía ella al ver numerosos casos de mujeres que eran engañadas para huir a Siria, quedando luego atrapadas en una guerra de la que poco entendían.
Una lamentable realidad que investigaciones como la de la periodista Anna Erelle ayudaron a erradicar.