La contaminación marítima sigue siendo uno de los mayores problemas medioambientales. De acuerdo a un informe de WWF en 2020, cada año se vierten cerca de 11 millones de toneladas de plástico a los mares del mundo, y el 10% de este número, proviene de material de pesca. Para enfrentar este escenario, una empresa nacional decidió convertir las redes para pescar en un producto útil.
Sinthese creó la serie de interruptores eléctricos llamada BLUE, los cuales están fabricados a base de redes de pesca que quedan en los ecosistemas marinos sin otro efecto que generar daños.
El proyecto se materiazó gracias a una alianza con la compañía nacional Atando Cabos, la cual convierte desechos en nuevas materias primas para elaborar productos. Además, se encargan de la recolección; Selección; Limpieza; Trituración; Lavado y el proceso de envío de los compuestos a utilizar.
Según Juan Ignacio Marisio, Gerente de Fábrica y también socio de Sinthesi, al año hay más de 2.300 toneladas de redes de Nylon son recuperadas en la Patagonia chilena por Atando Cabos. Un contexto que no deja de preocupar por los perjuicios hacia la flora y fauna acuática.
Se espera que los interruptores sean lanzados a nivel nacional en marzo y posteriormente se evaluará la opción de expandirse a otros países.