Si hay una mujer que luchó y se enfrentó a todo para convertirse en lo que quería ser, fue Rita Levi-Montalcini.
De origen italiano, cuando Rita tenía 19 años falleció su niñera producto de un cáncer, lo que comenzó a motivar en ella su interés por la medicina. Se especializó en neurología y psiquiatría y construyó su carrera en medio de una guerra mundial. Al ser judía, el régimen de Mussolini podría haber acabado incluso con su vida.
En medio de sus investigaciones, tuvo que huir varias veces de Italia, refugiándose finalmente en un pequeño pueblo, y ahí en un precario dormitorio, instaló su laboratorio y nunca dejó de investigar.
Pasada la guerra, Rita Levi-Montalcini lideró los estudios que terminaron por descubrir la proteína que se libera de las células nerviosas y que fomenta el crecimiento y supervivencia neuronal.
Sus descubrimientos siguieron creciendo y terminaron siendo fundamentales para la biología, tanto así, que recibió el Premio Nobel de fisiología o medicina, entre tantos otros reconocimientos.
La doctora Rita Levi-Montalcini falleció a los 103 años, dejando aportes científicos que se consideran indispensables hasta hoy.
